Pruebas Cutáneas
La prueba cutánea es el método más confiable para estudiar las condiciones alérgicas. Justo debajo de la piel abundan células ricas en histamina y se ha comprobado que los resultados de las pruebas cutáneas son más confiables que las pruebas de sangre para diagnosticar las alergias.
Como dependemos de la histamina en la piel, le pedimos que deje de tomar todo antihistamínico por varios días antes de su visita, Encontrará una lista de antihistamínicos aquí.
La prueba cutánea es ideal para diagnosticar alergias a alérgenos aéreos que pueden producir rinitis alérgica y asma, también, puede ser útil en la evaluación de muchos tipos de alergias alimenticias. Las pruebas cutáneas se utilizan frecuentemente para diagnosticar las alergias a los insectos y a veces para las alergias a medicamentos.
Los extractos que utilizamos para diagnosticar los alérgenos respiratorios incluyen: los ácaros del polvo, caspa de animales, hongos causados por la humedad, cucarachas, y el polen (arboles, hierbas, y malezas/hierba mala). El panel de extractos alimenticios que usamos incluye: leche, huevo, trigo, soya, maní, nueces, pescado, mariscos y otros alimentos que pueden causar reacciones alérgicas. En el caso de insectos, usualmente usamos extractos de veneno.
Procedimiento de la Prueba Cutanea
Se raspa o araña la superficie de la piel con pequeña cantidad de alérgeno. Si la persona es alérgica, se producirá una ligera reacción en la piel en aproximadamente veinte (20) minutos. Esta reacción generalmente causa un poco de picazón y es muy similar a una picada de mosquito. Esto indica que la persona es muy alérgica. Si la prueba cutánea no produce reacción, repetimos la prueba con el mismo alérgeno pero en el tejido subcutáneo y en concentración más baja. Basándose en los resultados de las pruebas cutáneas, su alergista determinara la mejor forma de tratar sus síntomas alérgicos.